El taller Karada es una práctica de escritura (se escribe, no se habla sobre escribir o no sólo se lee a otros que escriben). Trabajamos escudriñando/trillando las palabras, las de cada diccionarista.
A diferencia del sentido común del diccionario de la lengua, se trata de encontrar los sentidos propios, escribir lo que no sabemos. En esta investigación personal del propio lenguaje, palabra por palabra, así aparece una escritura que es cuerpo y mundo.
Es un entrenamiento poético (lo que sería salir a correr para un deportista). Se realizan ejercicios, todos tienen como objetivo la caza furtiva en un terreno ajeno (aunque propio), ese es el terreno donde trabaja el arte para transformar.

El lugar de Luz en el diálogo de cada encuentro está mas cerca de una guía o cuidadora de viaje lisérgico, iniciático, que de coordinadora de taller literario. Es un placentero descenso a los infiernos, propios y no tanto, que pueden ser contados. Vale suponer a un Virgilio en Luz, y sentirse Dante por el tiempo en que el Skype está encendido. El tiempo de trabajo es ventana a otros tiempos. A veces es construir y recorrer un laberinto, otras tirar de un hilito verbal que descose una tela descubriendo formas del mundo. O pescar en aguas negras encarnando una lombriz-palabra, en ocasiones atrapamos retazos de infancias, otras deseos,  las mas, escenas de las varias vidas que nos pueblan.”Gustavo Rodriguez -que no tiene fb- cuenta su experiencia en el #TallerKarada individual x skype.

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